Fotografía: Adrià Goula vía ON diseño
“Una definida apuesta por el espacio público y la vida en colectividad sin renunciar a la especificidad de cada vivienda, al cuidado por el detalle, a la lógica constructiva y a la experimentación deseables en un proyecto de vivienda de protección oficial.”
Dentro del conjunto de obras finalistas al Premio FAD de Arquitectura en su edición de 2011, el proyecto de construcción de un total de 111 VPO en un solar situado en el borde oriental de la ciudad de Terrassa por parte del equipo de arquitectura Flores & Prats, destaca por la conciliación del carácter público del espacio interior de manzana, la singularidad de la unidad residencial, y la sostenibilidad y relación con la vegetación colindante como caballos de batalla.
Limítrofe a un parque natural que separa la actuación del núcleo urbano y situada en una parcela regida por un master plan diseñado por Manuel de Solà-Morales que define un espacio central libre en cada isla; la propuesta se organiza alrededor de dicho espacio, entendido como plaza semipública y lugar de congregación y de encuentro vecinal y colectivo.
Persiguiendo la sostenibilidad y la relación con la vegetación próxima existente, el edificio caracteriza su imagen exterior gracias a fachadas portantes de hormigón cuyo acabado y juego de sombras recuerda al cercano paisaje de pinos y contribuye a la inercia térmica del edificio.
Además de asegurar ventilaciones cruzadas e iluminación natural en todas las viviendas, las cubiertas, ajardinadas, y la introducción de luz en el aparcamiento a través de los accesos; caracterizan la intervención.
Año: 2011
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