Fotografía: Denilson Machado vía Plataforma arquitectura
Enmarcada en un solar de gran valor paisajístico y ligero desnivel rodeado de diversas casas, la residencia para el propio arquitecto, su pareja y sus hijos del brasileño Guilherme Torres prioriza la privacidad y el dominio tanto del jardín interior como del exterior en una arquitectura que recupera elementos clásicos de la arquitectura oriental como el brise-soleil de madera “muxarabie” en un ejercicio que fusiona lo moderno y lo tradicional.
Conformando una ordenación de planta baja y piso de dos cuerpos que encierra, junto con el desarrollo de muros de ladrillo un jardín interior, la residencia aparece en el solar como un zócalo masivo del que emerge un único cuerpo de hormigón que mira al paisaje.
Establecida la jerarquía programática de zonas de día en la planta de acceso y las dependencias individuales en la superior, se diferencian un pabellón de planta baja enfrentado al cuerpo principal y la posición perpendicular a ambos del cuerpo de las habitaciones apoya en los anteriores.
El trabajo del brise-soleil de cuadros de madera en planta piso permite el control solar, ventilación y filtro de privacidad y seguridad a la vez que caracteriza la imagen exterior del conjunto.
Año: 2012
Ubicación: São Paulo
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