Fotografía: Arménio Teixeira vía europaconcorsi
Situada en una parcela difícil debido a la irregularidad del terreno y al escaso interés del entorno, la propuesta ara esta residencia unifamiliar obra de los arquitectos André Campos y Joana Mendes tiene como premiso la ordenación del interior del solar poniendo de manifiesto sus valores como los muros de piedra y la vegetación tanto des de el exterior como des de el regularizado espacio interior.
El edificio se define a través de un único volumen de dos plantas, la segunda de menor dimensión; en la que la fachada principal, en la que se produce el acceso y en la que se singulariza el momento de la entrada gracias a la vegetación, se enfrente a las contingencias e irregularidades del solar.
La imagen exterior, masiva y tectónica, se caracteriza por el acabado en revoco gris oscuro en el que las oberturas con perfilería metálica oscura destacan ya bien fijas y sin protección solar como con protección de paneles correderos.
En los espacios interiores los paramentos de color blanco y el suelo de madera también hacen destacar la perfilería negra a la vez que envuelven la atmosfera de la vivienda de una austeridad en la que los acentos los protagonizan las entradas de luz puntuales des de cubierta o la retrospección hacia el jardín y la vegetación.
Año: 2004-2007
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