5.6.13

El piso-museo de la Casa Bloc

Fuente:DHUB


El pasado 20 de marzo quedó inaugurada la vivienda 1/11 de la Casa Bloc.

Los arquitectos catalanes de la época de la II República, reunidos en torno al Grupo de Arquitectos y Técnicos Catalanes para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea (GATCPAC), apostaron por un urbanismo que proponía otra manera de vivir: más justa, comprometida con la convivencia y defensora de la identidad colectiva.

La Casa Bloc debía ser un primer paso para dignificar la vivienda obrera. El resultado de la Guerra Civil, sin embargo, truncó el proyecto y acabó con la autenticidad de su idea. 

Ahora, después de una cuidadosa restauración por parte del Institut Català del Sòl y del Institut de Cultura de Barcelona a través del Disseny Hub Barcelona, se abren las puertas de uno de sus viviendas, el número 1/11, equipado tal como lo pensaron sus creadores. Para descubrir cómo las mentes más brillantes de hace 80 años, en plena sintonía con la vanguardia europea del momento, soñaron que se podía vivir. 

La vivienda obrera, una necesidad 
Josep Lluís Sert (1902–1983), Joan Baptista Subirana (1904–1978) y Josep Torres Clavé (1906–1939) construyeron un gran edificio, de más de 200 viviendas, para los obreros del barrio industrial de Sant Andreu, muchos de los cuales todavía vivían en barracas o en condiciones precarias. El trabajo fue promovido por el Comisariado de la Casa Obrera, organismo dependiente de la Generalitat de Catalunya encargado de construir las viviendas para obreros, que compartía la voluntad de mejorar socialmente sus condiciones de vida. De la importancia del proyecto habla por sí mismo el acto de colocación de la primera piedra, el año 1933, con la presencia del presidente de la Generalitat, Francesc Macià. 

La Guerra Civil truncó la finalización de la Casa Bloc, y una vez acabado el conflicto quedó olvidado todo el ideario que había impulsado su construcción. En lugar de obreros, fueron a vivir allí familias de militares, viudas y huérfanos de guerra, y poco después policías nacionales. Estructuralmente, tampoco se acabaron de seguir las indicaciones de los arquitectos del GATCPAC: las zonas comunes de la planta baja se concluyeron de forma diferente, y parte del sistema de accesos verticales y corredores quedó interrumpido, con lo que se perdió la intención del proyecto y también su propósito social y cultural. 

De alguna manera, los miembros del GATCPAC querían aplicar su ideario a la Casa Bloc. Un programa que incluía un tipo de vivienda económico y asequible, al tiempo que sugería nuevas formas de convivencia e identidad colectiva, formalizadas con un urbanismo nuevo, basado en un nuevo concepto de ciudad. 

Esa libertad creativa, muy conectada a la vanguardia europea del momento, sumada a un revelador compromiso social, quedó anulada por el régimen franquista, como otras muchas expresiones de la Cataluña de la Segunda República, y no se pudo recuperar y reconocer hasta la llegada de la democracia. Más sobre la Casa Bloc

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