Fotografía: Jordi Bernadó vía Anna i Eugeni Bach
Situada en un solar largo y estrecho con una vivienda existente en la localidad gerundense de Vilopriu; esta casa, obra del equipo de jóvenes arquitectos catalanes Anna i Eugeni Bach, logra salvaguardar las condicionantes de partida, sobre todo presupuestarias, para conformar un edificio maximalista de mínimos recursos como taller o vivienda ocasional de fin de semana para los hijos de la familia.
Estableciendo unas soluciones tanto estructurales como de elementos constructivos que fueran de la mano de las costumbres y la tradición constructiva de los industriales de la zona, la vivienda se resuelve a través de un único volumen que diferencia claramente los espacios de estar, abiertos y en relación a la ampliación de los mismos a través de un porche de caña que mira a las vistas exteriores; y las dependencias individuales necesariamente mínimas.
A través de una construcción de muros de carga y forjado unidireccional de luces máximas poco mayores de 6 metros, ventanas de aluminio de medidas razonable y reboco pintado como acabado exterior de fachada; se define un único volumen abierto en su orientación sudeste en dirección a un porche de caña cuya cubierta inclinada no solamente responde a exigencias de normativa, sino que emula el perfil montañoso del paisaje, recoge las aguas pluviales para su posterior aprovechamiento; y genera una cámara ventilada asegurando la ecoeficiencia del conjunto.
El espacio único de estar se abre totalmente al porche a través de una obertura en esquina sin montante vertical que remarca la permeabilidad entre el interior y el exterior bajo el porche de estructura metálica que genera un juego de sombras y texturas en la materialidad de la fachada; en pos de las relaciones visuales con el entorno.
Año: 2007
Superficie: 90 m2
Presupuesto: 70.000 €
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