El complejo de oficinas y laboratorios para la compañía americana General Motors es la obra más significativa y la que catapultó a la fama al arquitecto estadounidense de origen finés Eero Saarinen (1910-1961).
Tras trabajar hasta 1950 con su padre, el arquitecto Eliel Saarinen, el encargo para el nuevo centro tecnológico supone una nueva vía arquitectónica, junto con las disposiciones horizontales de edificios patio de la época de SOM, en las arquitecturas de nombre de empresa en las últimas décadas del movimiento moderno.
Situado en torno a un gran lago alrededor del cual se disponen los diferentes cuerpos que componen el conjunto, el centro resulta en 5 edificios bajos de los cuales uno se destina a oficinas y el resto a investigación de diferentes departamentos.
Dejando como elementos de ordenación adyacentes a las edificaciones al gran lago, el depósito de agua de acero inoxidable y la cúpula baja, los volúmenes resuelven su expresión exterior a través de fachadas lisas de vidrio reflectante que, junto con las franjas de vidrio de neopreno, escenifican un aspecto tecnológico y teatral lejos de la austeridad propia al movimiento moderno.
Los espacios interiores y el mobiliario, también definidos por Saarinen, suponen momentos históricos en el imaginario de la arquitectura moderna como la escalera central suspendida, la escalera recta sobre el plano de agua en una de sus salas principales, o los asientos de forma de útero; buscando conciliar el carácter moderno y tecnológico del edificio.
Año: 1948-1956
Ubicación: Warren, Michigan, EEUU
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