El encargo de la Neue Nationalgallerie (1965) en el nuevo Kulturforum de la capital alemana supone para un Mies van der Rohe envejecido (1988-1969) la oportunidad de traer de vuelta a sus orígenes todos los principios llevados a cabo al largo de su obra y que le hacen ser una de las voces más imprescindibles para comprender la arquitectura de siglo XX.
Probablemente su última gran obra, y en desarrollo con experimentos previos en su carrera como la casa de vidrio de 50x50m; la galería dedicada a exposiciones de arte se define como una gran sala cuadrada con un cerramiento acristalado y sin soportes estructurales en su interior.
Estableciendo un zócalo macizo que resuelve la topografía y establece como cota cero la propia sala, el edificio diferencia dos plantas de usos multifuncionales: la inferior, delimitada por un patio de esculturas y destinada a usos multifuncionales; y la superior, representativa del proyecto, de su imagen y de sus voluntades arquitectónicas y estructurales.
A fin de liberar el interior de la planta de soportes estructurales, el arquitecto propone una gran cubierta, resuelta como una gran retícula bidimensional de cajas de acero; que se sostiene en su perímetro por ocho pilares extendiéndose en voladizo más allá del plano de cerramiento y dejando en voladizo sus extremos.
Esta cubierta queda elevada en una extensa terraza de losas de granito, debiéndose elevarse en el momento de su construcción a través de elevadores hidráulicos.
La estructura de acero en su expresión más solemne, el cuido en los detalles con el claro ejemplo del encuentro de los pilares y la cubierta en pos de una imagen de ligereza, la elevación de la cota principal; y el minimalismo de la configuración de la planta nos llevan a contemplar una de las obras más completas y significativas del maestro alemán.
Año: 1965-1968
Superficie de cubierta: 64.8x64.8m
Ubicación: Berlín, Alemania
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