Hasta el 20 de septiembre de 2014 se podrá visitar en La Sede del COAM la exposición "100 años con Alejandro de la Sota".
Alejandro de la Sota (Pontevedra, 1913/Madrid, 1996) se tituló como arquitecto en 1941 y fue capaz de reinventar la arquitectura moderna española en el triste panorama de la posguerra española. Profesor de la Escuela de Arquitectura de Madrid hasta 1970, su magisterio y sus escasos pero importantísimos edificios han servido de referencia a varias generaciones de arquitectos del país. Con motivo del centenario del nacimiento de Alejandro de la Sota, el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) muestra una exposición de uno de los grandes arquitectos españoles de la segunda mitad del siglo XX.
Nacido en Pontevedra en 1913, Alejandro de la Sota estudió Arquitectura la Escuela de Madrid. Después de acabar la carrera en 1941, estableció su estudio en la capital en un momento en que el Régimen rechazaba los logros del movimiento moderno anterior a la guerra para imponer un clasicismo de corte imperial en la arquitectura española. Tras iniciar su carrera como arquitecto en el Instituto Nacional de Colonización y construir algunas obras en las que todavía podía sentirse el peso de la arquitectura popular (pueblo de Esquivel, Sevilla, 1952-1963), hacia mediados de la década de 1950 su carrera sufrió un importante giro que le permitió sacudirse del tradicionalismo y del clasicismo imperante en la arquitectura de la posguerra y adscribirse a los postulados de una modernidad que tímidamente entraba en España. Fue entonces cuando construyó sus dos obras clave (el Gobierno Civil de Tarragona, 1957-1962; la central lechera Clesa, Madrid, 1958-1961, en la actualidad en peligro de demolición; y el gimnasio del colegio Maravillas, Madrid, 1960-1962) que le llevarán a una arquitectura moderna muy en conexión con la obra de Mies van der Rohe y de otros emigrados europeos en Estados Unidos, y que le llevaría a un camino sin retorno hacia la prefabricación, pesada en un primer momento, para hacerse cada vez más leve. Con una trayectoria de escasos edificios, pero de una gran intensidad —algo anómalo en el panorama español—, su obra final derivó hacia una arquitectura que abogaba por la ironía, los juegos perversos con los materiales y la facilidad de su construcción mediante cerramientos ligeros y el montaje en seco, en obras como la casa Domínguez (Ponte vedra, 1973-1978), el edificio de Correos (León, 1981-1984) y el proyecto para casas frente al mar en Alcudia (Mallorca, 1984).
La exposición realiza un extenso recorrido por la vida y las obras más importantes de la carrera del arquitecto, haciendo especial hincapié en las siete obras citadas más arriba, representantes de sus diferentes etapas de producción. La exposición cuenta con dibujos, bocetos y fotografías de las obras, además de numeroso material biográfico, maquetas y muebles diseñados por el propio arquitecto, materiales todos custodiados por la Fundación Alejandro de la Sota.
No hay comentarios:
Publicar un comentario